La USGA y R&A le cortan las alas al putter
Ayer la USGA y la R&A, los dos principales organismos que rigen el golf mundial ofrecieron una rueda de prensa conjunta para prohibir definitivamente el anclaje del putter al cuerpo a partir de 2016.
Era una decisión cantada desde hace ya varios meses, cuando ya ofrecieron su posición públicamente a la espera de que los principales circuitos y organismos presentaran sus opiniones y variaciones para ser estudiadas.
Este, de todas formas no es más que un capitulo mas del culebrón que nos espera. Ya la PGA americana y el PGA Tour han mostrado su disconformidad a la medida y la posible inclusión de una regla local que sí permita el uso de este palo en su circuito y sus torneos. Podría darse el caso entonces, de ver a Keegan Bradley (Por nombrar un jugador) que juegue el circuito con su actual belly putter y que, al jugar el US Open o el Open Championship, lo haga con uno convencional. Y lo que es más estrambótico aun, podríamos ver como los jugadores pueden usar el belly o el putt escoba en las ediciones de la Ryder Cup cuando se disputa en América y ver como no podrían hacerlo cuando esta se disputa en el viejo continente. De locos…
La pregunta es: ¿Es necesario?
El uso de los putters largos se remonta a décadas atrás ¿Por qué no se prohibió en su momento?
Si bien es cierto que el uso de estos se ha disparado en los últimos años por los mejores jugadores del mundo y que cuatro de los últimos 9 ganadores de Majors lo han utilizado, hasta el PGA 2011 no se conseguía ningún grande con él. Este es precisamente el dato que ha puesto nervioso a los organismos mundiales del golf.
¿Y si es solo una moda pasajera?
Por otro lado está la llamada “ventaja competitiva”. La USGA y R&A han manifestado que no hay estudios que garanticen una mejora competitiva en el uso del putter largo ¿Entonces por qué se prohíbe? Según el PGA Tour solo el 5% de los jugadores utilizan este tipo de palos en el circuito pero, y creo que ahí está la cuestión importante, a ese 5% que lo juega sí que le ofrece una mejora de rendimiento en los greenes. ¿Creéis que Keegan, Adam Scott, Webb Simpson, etc. serían tan “killers” en los greenes utilizando el putter corto? No lo creo. Ahí está la cuestión.
De todas formas, no debemos olvidar que el golf es un espectaculo. Lo vemos por televisión y pagamos entradas a los torneos por ver jugar a los mejores, por verles hacer birdie tras birdie a la caza del liderato, por ver y sentir la emoción de meter un putt de 2 metros cuesta abajo para ganar un Masters a la 1 de la mañana en España cuando al día siguiente hay que trabajar. ¿O acaso no tuvo emoción el playoff del Masters pasado, aun cuando Adam Scott usaba el putt escoba? ¿No tuvo emoción los cuatro últimos hoyos del Open Championship cuando Ernie Els usaba el “belly” y Adam Scott el suyo? ¿No tuvo emoción el playoff de Bradley y de Jason Dufner en el PGA de 2011? ¿Hubiéramos tenido esa emoción si esos jugadores no pudieran usar sus putters habituales? No lo creo.
USGA y R&A apelan al “espíritu del golf” para defender su posición. A lo mejor habría que centrar más la atención en que los jugadores del Tour hacen 200 yardas con el hierro 7 y no en si apoyan el putter en su barriga, meterla hay que meterla igual y no creo que los escoceses que inventaron este precioso deporte hace siglos tuvieran ninguna de las dos cosas en la cabeza.
Esto no será más que un nuevo capítulo, hasta 2016 quedan muchos meses y ya hay rumores de demandas. Seguiremos atentos.