Recuerdos desde Merion
Terminó la semana del segundo grande de la temporada y, como ya sucediera con el Masters, no decepcionó en absoluto.
La semana comenzó muy complicada. Las lluvias torrenciales en el campo de Merion, Filadelfia, dejaron el recorrido extremadamente blando y encharcado. Tanto fie así, que la USGA se guardaba un as bajo la manga y planteaba la posibilidad de sustituir los hoyos 10 y 11 por dos del otro recorrido del campo. Finalmente no se llego a tal extremo.
El campo de Merion partía con muchas particularidades, mas allá de sus cestas en vez de banderas. Era un campo muy corto en general. Más aun si echamos una mirada atrás y observamos los últimos recorridos del US Open. Olympic Club era un monstruo sin ir más lejos. Tenía el segundo par 3 más corto del año, con 113 metros, solo por detrás del 7 de Pebble Beach. Pares cuatro que apenas llegaban a los 300. Pero iban mezclados con pares 3 monstruosos, donde veíamos a los jugadores, como Luke Donald, pegar incluso el driver y pares 4 como el 18, que superaban las 500 yardas. Este hoyo acabo con la increíble estadística de cero birdies en todo el fin de semana. Casi nada teniendo en cuenta que estaban los mejores del planeta.
Los grandes adivinos de este deporte enseguida alzaron el grito. Decían incluso que se iba a alcanzar la vuelta más baja en un Major, 63 golpes, en un campo al que la USGA nunca debió ir. Iba a ser demasiado fácil. El resultado final de +1 tumbó a todos y cada uno de estos profetas del golf.
El ganador fue el inglés Justin Rose en, para mí, uno de los finales más abiertos de los últimos US Opens. Ver a los mejores jugadores hacer bogey tras bogey no me resulta atractivo, pero esta magnifica combinación de hoyos monstruosos y oportunidades factibles de birdie le dieron ese toque interesante. En el transcurso de la jornada, hasta 11 jugadores diferentes tuvieron opciones reales de victoria. Algunas se diluyeron antes que otras, como Steve Stricker en el hoyo 2 tras enviar dos bolas out.
Finalmente a falta de tres hoyos solo Hunter Mahan, Phil Mickelson y Justin Rose tenían opciones reales.
Mickelson quedó segundo en este torneo por sexta vez ya en su carrera. Una estadística frustrante para el californiano que es incapaz de ganar en el torneo insignia para un norteamericano. Su media de golpes en este torneo a lo largo de su vida lo explica. Sus resultados en última jornada son claramente peores que en el resto de la semana. La presión del propio torneo, unido a su necesidad personal de ganarlo, así como que casi siempre coincide con su cumpleaños y la gente está muy encima de él puede ser la explicación.
En declaraciones tras la última jornada dijo que, si al final de su carrera terminara sin ganar un US Open, siempre lo recordaría con angustia. Habrá más oportunidades.
Muchos aseguran que Phil perdió el open en el 15. Tras quedarse en la parte corta de green, y teniendo un putt muy largo que seguramente tendría que sacar por el primer corte para que acabara más o menos cerca, agarró su 64 grados y la pego limpia. Bogey y el torneo ya muy cuesta arriba. La liada fue importante y la decisión seguramente muy cuestionable pero, ¿No es lo que queremos ver de Mickelson siempre? ¿Qué pasaría si la hubiera dejado dada? Un mago, pues eso.
Justin Rose se merecía un torneo como este. Fue el más solido de la semana. El único jugador que no cometió ni un solo doble bogey, y no es una tontería teniendo en cuenta que este es el torneo mas difícil del año. Todo bajo control, puro orden, ni cuando hizo bogey en el 14 cuando mas apretaba la lluvia ni los tres putts del 16. Todo el trabajo con Sean Foley ha dado sus frutos.
Finalmente no pudo contener las lagrimas en el green del 18, dedicandole la victoria en el dia del padre al suyo, fallecido en 2002 tras un cancer.
17 años llevaba un inglés sin ganar un grande. Resulta un dato asombroso hablando de un país donde en cada casa es extraño que alguien no juegue a este deporte. Nick Faldo fue el último.
Esta es la tercera victoria sonada de Rose sobre Mickelson, por lo menos en las grandes citas. Le ganó el dia de individuales en la Ryder de Valhala, posteriormente en el conocido como “Milagro de Medinah” en septiembre del año pasado para rubricar lo que fue la mayor remontada en lo que llevamos de Ryder Cup y con un hoyo 17 para enmarcar y verlo hasta aborrecerlo, y ahora esto. Podríamos decir que la próxima vez que se crucen estos dos jugadores habrá más que fantasmas volando por el aire.
De los españoles, lastima Sergio García. No jugó mal, pero el hoyo 15 lo destrozó por completo. 18 golpes en dos días son más que una losa. De todas formas brillante su actuación quitando ese hoyo, su garra y sobre todo su aguante ante más de un “gracioso” y los medios con el tema del “pollo frito”. A ver si se calman ya las aguas con el tiempo y podemos verle rindiendo a su máximo nivel.
Excelente la actuación del otro español que pasó el corte. Gonzalo Fernandez-Castaño acabó decimo, e incluso tuvo alguna opción en la última jornada para hacer algo grande. Lástima esos putts cortos fallados. De todas formas, gran actuación y ya tiene los dólares necesarios para la tarjeta de PGA Tour para el año que viene. Objetivo más que cumplido.
Una anécdota con él y el campeón Rose en uno de los días de prácticas. Rose se acerco a Gonzalo en el putting green y estuvieron charlando acerca del campo. Justin le pidió probar el putt y le gustó. Le comentó que últimamente no estaba muy contento con el suyo y que el próximo que utilizaría sería el de Gonzalo. Victoria final con su putt. El golf y sus cosas….
Tiger y McIlroy tuvieron una actuación discreta. Realmente nunca dieron miedo y encima Tiger acabó con una elongación en el codo que le hará perderse el AT&T. Mala semana para él.
Sigue la vida, y esta semana tendremos el BMW Chmapionship en el Circuito Europeo. Casi todos estarán allí en uno de los torneos más importante del año en el viejo continente.