Ya tengo la clave
Una vez más este deporte parece no tener secretos para mí, lo tengo dominado.
No sé ni cuentas veces a lo largo de mi vida como golfista he creído tener la clave para pegar la bola de manera sólida y consistente, ciertamente he perdido la cuenta. Siempre que he creído tener la clave del golf he disfrutado de momentos dulces del juego. Todas y cada una de las veces me ha servido para jugar mejor, con mucha confianza y sobre todo para disfrutar más si cabe de mi deporte favorito. Tanto es así que cuando creo tener el conocimiento del secreto más preciado para los golfistas llego a sentir una especie cosquilleo que me hace estar casi levitando por el campo de golf… realmente impresionante.
Como digo no es la primea vez – y seguramente tampoco la última – que creo estar en posesión de la clave, el tesoro más preciado de todo apasionado del golf. Espero que me acompañe durante muchas rondas y no se marche como todas las anteriores, ya que de clave en clave hay muchas vueltas de indeseados resultados, sensaciones no del todo agradables y muchas cervezas pagadas a los compañeros de partida.
La razón de esta entrada es doble:
- Compartir “mi calve” con todos por si os puede resultar de ayuda
- Tenerla escrita y presente para poder recurrir a ella en un futuro próximo cuando por los motivos de siempre se esfume, dejándome con los pies en el suelo y lejos de la levitación.
¿Tenéis ganas de saber cuál es, verdad?
Pues ni más ni menos que el espacio-tiempo!
Ese modelo matemático que combina el espacio y el tiempo en un único continuo como dos conceptos inseparablemente relacionados.
¡Genera espacio y date tiempo, solo eso!
Ahora mismo me está funcionado a las mil maravillas tener ese pensamiento antes de pegar a la bola. Todo lo que necesito es generar espacio en el backswing y dar tiempo suficiente para que el palo baje por donde debe sin anticiparme. Una vez que tengo hecho el trabajo en la subida con una buena rotación de la parte alta y la baja a unos 45º solo he de ser paciente y dejar que la parte alta deshaga el camino recorrido y el palo viaje fluido por el espacio creado hasta encontrase con la bola. Es mucho más sencillo realizarlo que explicarlo.
Cada uno de nosotros necesita ir encontrando sus propias claves, personales e intransferibles…
Lo que es válido para mí, no tiene que serlo para vosotros.
Y hasta aquí mi entrada de hoy, una vez más os animo a tod@s a desarrollar vuestro propio blog de golf y a compartir vuestras inquietudes en esta plataforma que nos brinda la posibilidad de hacer visible nuestras opiniones como golfistas aficionados. Un saludo, buen golf y hasta el próximo post.